lunes, 2 de junio de 2014

Los condenados de la tierra.



Portillo Motte Óscar Augusto.
FFyL-UNAM
[mayo de 2014]

Jean-Paul Sartre, “Prefacio” en Fanon, Frantz, Los condenados de la tierra,  3 ed, México, Fondo de Cultura Económica, 2012, p 7-29. (Colección popular).


El prefacio de Jean-Paul Sartre (1905-1980) a la obra de Frantz Fanon (1925-1961)  “Los condenados de la tierra”, es quizá uno de los textos más emotivos en cuanto al proceso de descolonización en África se refiere, es un texto cargado de una inmensa carga ideológica a favor de las revoluciones que comenzaban a emerger en el continente africano, con el objetivo de liberarse del yugo colonizador de las metrópolis europeas, las cuales, habían iniciado un cruento proceso de dominación política y económica desde finales del siglo XIX. A través de una visión occidental del complejo proceso que representó el imperialismo a nivel mundial, Sartre, explica todas las problemáticas históricas contraídas, a raíz de la barbarie y la destrucción, que trajo como consecuencia la expansión territorial de las grandes potencias económicas, sobre las naciones poco desarrolladas de otros continentes.
     Sartre exhorta a los colonizadores a leer la obra de Fanon, no en el sentido de informarse acerca de las condiciones existentes y de los malestares contraídos como consecuencia del sometimiento político a sus naciones, sino para acusarlos de ser los grandes responsables de la situación social de las clases subalternas en los países del tercer mundo, en donde la bandera del progreso proclamada por el capitalismo, ha conllevado a la gradual desaparición de la cultura local de los colonizados.
     Para Sartre la obra de Fanon no es solamente un llamado a la acción y unidad del continente africano, sino de todos aquellos que han sufrido en carne propia la explotación y el desarraigo cultural de sus naciones, a todos aquellos pueblos subdesarrollados, conformados principalmente por obreros y campesinos, los cuales constituyen el sector social que más ha sufrido la opresión del capital. De esta manera Fanon se convierte en vocero de los combatientes, internacionalizando un discurso que va más allá de las fronteras de Argelia misma, la cual estaba inmersa en un proceso de descolonización de su metrópoli europea (1954-1962): Francia. El socialismo, según Jean-Paul Sartre, representa para Fanon la única solución para aliviar los problemas de la humanidad contraídos por el capitalismo imperialista, el cual se resiste a caer en plena mitad del siglo XX; y es por medio del discurso internacionalista de Fanon, mediante el cual los oprimidos de todas las naciones y pueblos colonizados del mundo podrán romper las cadenas que los oprimen.


     Sin lugar a dudas el prólogo de Sartre a la obra de Fanon va más allá de ser un mero análisis del proceso de colonización en África, es un texto que envuelve al lector a través del compromiso político del autor con las luchas de liberación nacional alrededor del mundo, quien a inicios de los años sesenta, junto con otra serie de intelectuales franceses de renombre, comienzan a explicar el fenómeno del colonialismo en aras de incitar a la violencia revolucionaria fuera y dentro de las metrópolis. Este es un texto fundamental para comprender la dinámica política y social del momento, no solo en Francia, sino en todo el mundo, por ser un punto de partida sobre la reflexión acerca del capitalismo, el colonialismo y la revolución.
     Valdrá la pena leer este texto de Sartre por la vigencia política y social que resguardan sus páginas, sobre todo por el papel central que tienen lo que para él son los principales sujetos de la historia, las masas oprimidas de los países subdesarrollados, quienes saltarán al papel protagónico de esta, en el momento en el que logren romper el sometimiento que sobre ellos ejerce el colonialismo. 

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